El coronavirus rompe los objetivos de Porsche con la Fórmula E

Porsche, durante su primer test | Fuente: @PorscheFormulaE

La Fórmula E fue una de las primeras competiciones deportivas en suspenderse, debido al complicado futuro que se avecinaba con el coronavirus. Esto ha complicado las cosas, puesto que la temporada 2019/2020 era fundamental para la categoría eléctrica, debido a los cambios implementados y a la entrada de dos importantes constructores: Mercedes y Porsche. Estos últimos han dejado caer que la pérdida de la temporada va a influir sobre los objetivos futuros de la marca.

Hasta la cancelación de la categoría, Porsche ocupaba el noveno lugar en el Campeonato de Constructores. Un podio en su primera carrera y un par de buenas clasificaciones auguraban un buen futuro para los alemanes. Sin embargo, la crisis del coronavirus ha parado la creciente progresión.

“Somos novatos este año y nuestro objetivo era aprender sobre todo lo que rodea al campeonato. No es posible realizar pruebas en el centro de las ciudades, por lo que en nuestra segunda temporada todavía seremos novatos en muchas pistas de carreras”, ha declarado para Motorsport.comPascal Zurlinden, jefe de coches de la marca Porsche.

Una de las características de la Fórmula E es la variedad de sus escenarios, puesto que, al disputarse en suelo urbano, el recorrido es totalmente diferente entre unas carreras y otras. Esta situación, para los equipos novatos, supone un contratiempo importante, más ahora que se agrava debido al coronavirus. “No estamos aprendiendo de muchas pistas como Roma, París o Seul, que se disputarán el año que viene”, ha indicado Zurlinden.

No obstante, ha tenido que salir uno de los pilotos, André Lotterer, para aportar algo positivo a la situación. “La ventaja es que esto nos dará tiempo para solucionar problemas que normalmente no podríamos. Ahora estamos más centrados en el desarrollo del coche”, ha declarado el alemán.

El monoplaza de Porsche había demostrado que podía ser competitivos en ciertas pistas, pero todavía le faltaba un extra de rendimiento para llegar a la parte alta con regularidad. “Nuestro rendimiento en clasificación ha demostrado que el coche es competitivo. En carrera todavía tenemos mucho que aprender sobre cómo usar la energía. Aun así, tuvimos mala suerte por toques o fallos que no nos permitieron probar el software”, ha finalizado Zurliden