Isidre Esteve ha terminado hoy la segunda etapa del Dakar en la vigésimo séptima posición, lo que le coloca, junto a Txema Villalobos, a las puertas de entrar en el Top 30 de la general. Hoy han preferido bajar la velocidad y ser más regulares.
Esteve y Villalobos tuvieron ayer un problema de navegación por el mal funcionamiento de las dos tablets que llevaban en su coche. Eso les hizo terminar la primera etapa en la trigesimo séptima posición en la categoría T1, por lo que el objetivo era intentar reponerse en esta segunda etapa.
Lo han conseguido, pues han terminado la etapa sin ningún otro contratiempo ni problema reseñable. Sin embargo, tanto Isidre como Txema han decidido bajar el ritmo porque el terreno estaba muy roto y el coche estaba sufriendo mucho.
“El terreno estaba muy roto desde el primer kilómetro, con pistas llenas de piedras y zonas con muchos riachuelos y agujeros. Por este motivo, hacia el kilómetro 20, hemos acordado con Txema bajar el ritmo, porque veíamos que el coche sufría mucho en los impactos con el terreno. Creemos que la decisión ha sido acertada, puesto que conforme íbamos avanzando en la especial no dejábamos de encontrar rivales parados por accidentes o problemas técnicos”, ha afirmado Esteve en un comunicado oficial.
Conscientes de la importancia de no arriesgar demasiado en las primeras etapas, tanto el piloto como el copiloto del Repsol Toyota Rally Team han priorizado la regularidad. Piensan a largo plazo y cree que esta estrategia les beneficiará en el global de la prueba.
“Por descontado que podríamos haber ido más rápidos hoy, pero esta posibilidad, dado el estado de la pista, no entraba en nuestra mente. En casos así vale la pena ser más regulares y pensar en el global de la carrera, porque estoy convencido de que a largo plazo nos dará mejores resultados. Preveo que la primera semana de Dakar será larga y complicada”, ha añadido para cerrar.
