Uno de los grandes problemas de Mercedes en la campaña de 2022 fue el bouncing. Al equipo alemán le llevó casi toda la temporada solucionarlo. Además, fue necesario un cambio de reglamento por parte de la FIA para evitarlo. Este problema se volvió a ver en el Gran Premio de Bélgica.
Mercedes fue uno de los tantos equipos que introdujo mejoras en el monoplaza, entre ellas en los pontones y otra en el fondo plano. Esta última se cree que puede ser la culpable de que volviesen las limitaciones causadas por el rebote. Toto Wolff, director del equipo Mercedes, explicó que el coche rebotaba en cada recta.
Wolff admitió que Hamilton tenía que levantar en Blanchimont, una curva que se hace a fondo pero que no le permitía el monoplaza. “Fue el principal factor limitante este fin de semana. Es frustrante llegar a las vacaciones de esta manera, pero tenemos que comprender más en función de los datos”, añadió el austriaco, según se recoge en Motorsport.com.
Ante la mejoría del coche desde que empezó la temporada, Wolff comentó que el equipo realiza un trabajo increíble. “Se ha estado trabajando mucho para la actualización. Los muchachos aerodinámicos y las operaciones para entregar esa actualización, tienes que quitarte el sombrero ante ellos”, dijo el austriaco de sus ingenieros.
El piloto de Mercedes, George Russell, siguió la línea de las palabras de su jefe. “Sufrimos con una gran cantidad de rebotes”. A esto añadió que varios equipos lo tenían, pero no tanto ni de forma tan perjudicial como en Mercedes. También reconoció que es “vergonzoso” que en automovilismo sufran todavía el efecto del bouncing.
A pesar del inconveniente que encontraron, Mercedes es optimista y creen que van en la dirección correcta. Desde que se activó la normativa de 2022, Mercedes ha estado en la lucha por el podio y desde el nuevo diseño de coche en 2023, los resultados fueron más regulares. A esto le sumamos las mejoras introducidas, ya que si solucionan el rebote mejorará el rendimiento del monoplaza, tal y como pasó en 2022.
