En Woking están de celebración, ya que este lunes han abierto su nuevo túnel de viento, que permitirá a McLaren trabajar en sus nuevas piezas al instante y no trasladarse hasta Colonia como hasta ahora.
McLaren cerró las puertas de su antiguo túnel de viento en 2010, ya que lo consideraban “inadecuado para su propósito”, como bien dicen en su página web. Con la nueva generación de monoplazas, es necesario que los equipos se doten de la mejor tecnología para ser competitivos, algo que en Woking han tenido claro desde el principio.
En proyecto que no se puso en marcha hasta 2019, cuando se consideró viable. “Una vez aprobado el proyecto, llevamos a cabo nuestro proceso de diseño simultáneamente con la demolición del túnel de viento existente”, dice Hannah Allan, directora de proyectos de ingeniería en McLaren.
Por otro lado, Christian Schramm, director de I+D y Tecnología, aseguró que es la mayor inversión del centro tecnológico de McLaren. “Fue un esfuerzo de equipo increíble. Hubo muchos sacrificios, horas extras y turnos extra trabajados, tanto entre semana como los fines de semana. Este fue un proyecto complejo, pero el arduo trabajo del equipo aseguró que tuviéramos éxito”.
Zak Brown mira el lado económico, ya que viajar a Colonia permitirá al equipo ahorrarse mucho dinero que puede ser destinado al desarrollo del monoplaza. “Nuestro túnel de viento nos permitirá simular más fielmente las curvas al disminuir el impacto que tienen las paredes del túnel en el flujo de aire aerodinámico fuera de la carrocería y replicar lo que siente el coche cuando está en la pista”.
Los efectos de este túnel de viento ya empezarán a notarse en el coche de la temporada que viene y mucho más en el de 2025. Será una infraestructura clave para la nueva normativa que introducirá la Fórmula 1 en 2026.