Max Verstappen se ha llevado la victoria en una entretenida carrera en Las Vegas, en la que Charles Leclerc mereció más. Los coches de seguridad siempre pueden cambiar el rumbo de una prueba y condenar al mejor piloto y eso ha ocurrido esta vez. El holandés no deja de ganar y además, Sergio Pérez ya es subcampeón y Lewis Hamilton, tercero del Mundial.
La estrella: Charles Leclerc
Nadie pondrá en duda que el mejor de este fin de semana ha sido el monegasco. Quizá su clasificación no fuese la ideal, pero igualmente, se llevó la Pole y de los 20 pilotos, era quien más se merecía la victoria. Leclerc perdió el liderato ante Verstappen en la salida, aunque el holandés lo echó fuera de pista y fue sancionado, para luego adelantarlo antes de su parada.
El ritmo con el medio de Leclerc fue increíble, pero en el peor momento, salió un coche de seguridad. Había trozos en pista del Mercedes de George Russell y algo que en una pista de más de seis kilómetros, que se podía haber saldado con un virtual, condenó al monegasco. Estaba claro que iban a buscar el espectáculo y así fue, dejando una vez más a quien más se lo merecía sin victoria. Al menos, acabó segundo y pudo disfrutar de un podio.
El estrellado: McLaren
Si bien los de Woking han dado un paso hacia delante increíble, sigue quedando claro que su coche aún tiene carencias. La velocidad punta es una de ellas y al igual que en Monza, han estado perdidos y esta vez, de una forma mucho más preocupante. Sus dos coches quedaron fuera en Q1, al igual que a principios de año y en carrera, sólo sumaron dos puntos.
La actuación de Oscar Piastri era merecedora de algo más, pero fue uno de los más afectados por el coche de seguridad. En McLaren no arriesgaron con el medio y aguantaron todo lo posible para finalmente, acabar décimos pero con el punto extra de la vuelta rápida. En el otro lado del garaje, Lando Norris tuvo un fuerte accidente y lo mejor es que se encuentra bien.
La sorpresa: Esteban Ocon
Sin duda, hay muchas carreras mejores de Ocon este año que esta de Las Vegas, pero no deja de ser un resultado sorprendente. El francés, al igual que Lance Stroll, tuvieron la suerte de hacerlo mal ayer y salir detrás para esquivar todo el caos que afectó a la zona media. Ganó hasta ocho posiciones en la salida por pura suerte y a partir de ahí, hizo su carrera.
Estuvo ajeno al peligro, lo cual no era del todo fácil y acabó en cuarto lugar, adelantando sólo a Pierre Gasly. Lo curioso fue que Alpine pidió que ambos mantuvieran posiciones, pero Ocon hizo caso omiso, aunque finalmente, pasar fue la decisión correcta. Gran cuarto puesto para él, aunque si el próximo protagonista no hubiese sido tan optimista en la salida, quizá no hubiese ni puntuado.
El duro: Fernando Alonso
El asturiano no es un piloto que haga cosas extrañas, pero la salida de hoy no tiene ningún tipo de sentido. Alonso arriesgó, mucho más de lo que debería, y se fue realmente largo por la zona sucia para acabar trompeando. El asturiano provocó un embudo que arruinó ya de por sí la carrera de Valtteri Bottas y comprometió a muchos otros pilotos que salían en la zona media. Al mismo tiempo, eso le vino de perlas a los que arrancaron atrás del todo.
Alonso tuvo la suerte de seguir en carrera tras una maniobra muy extraña de uno de los mejores de la parrilla y uno de los más inteligentes. En las otras 49 vueltas, compitió muy bien, como él bien sabe y se llevó dos puntos que no saben a mucho, pero al menos, le permite alcanzar los 200 en 2023.
El espectáculo: El DRS
Si bien Las Vegas ha sido una pista en la que se ha adelantado mucho, sobre todo, ha sido de forma puramente artificial. La Fórmula 1 necesitaba a toda costa una carrera entretenida y lo ha logrado, pero más que nada, por la zona escandalosa de DRS que había. Se ha corrido bien, pero es bastante incomprensible que en circuitos como Bakú o Monza se recortase tanto y que aquí fuese tan enorme.
La cifra de adelantamientos ha sido muy alta y eso hablará bien de la Fórmula 1, que al fin y al cabo, es lo que buscaban. Lo negativo es que ha sido una carrera muy artificial, pues han priorizado el espectáculo sobre las luchas en pista. El regreso de Las Vegas ha sido bonito y lo mejor para ellos es que le han dado la vuelta al desastre de los Libres 1.
Tras un entretenido regreso a Las Vegas, la Fórmula 1 afronta el mayor reto logístico de todo el año. Los diez equipos deben recoger rápido para tomar un vuelo realmente largo y marchar a Abu Dabi para la última carrera del año. Por décima temporada consecutiva, Yas Marina será la cita que ponga fin a otra edición de la siempre increíble Fórmula 1.