Desde los primeros entrenamientos libres, Carlos Sainz sabe que la carrera será complicada. El trabajo en clasificación está hecho, segunda plaza, por lo que saldrá desde la decimosegunda y tocará remontar.
Es una lástima porque el SF-23 funciona, ni el mismo Max Verstappen ha sido capaz de poner contra las cuerdas a los italianos. Sainz ha estado pegado a Charles Leclerc durante la clasificación, pero siempre ligeramente por detrás. Ha perdido la Pole por 44 milésimas. “Antes de nada, un grandísimo trabajo por parte del equipo. Hemos dominado la clasificación juntos después de un viernes complicado, poder montar el coche de nuevo”, comentaba el madrileño ante los micrófonos de la Fórmula 1.
Sainz se mostró frustrado por no poder aprovechar la segunda posición debido a los diez puestos de sanción al montar la tercera batería de la temporada. Esta vez por culpa de una alcantarilla. “Conseguir la primera línea es increíble, me gustaría estar en la Pole porque así empezaría undécimo en vez de duodécimo, pero creo que hemos hecho el máximo que hemos podido. Aún decepcionado con ayer. Todavía estoy bastante enfadado, pero estoy intentando no mostrarlo. Es lo que hay”.
El ritmo del Ferrari da motivos para soñar, pero Sainz se concentra en remontar y llegar lo antes posible. “Veremos cómo va la salida, como se desarrolla el graining y como se da adelantar aquí. Claramente tenemos ritmo aquí y me encantaría luchar por la victoria con Leclerc y Max, pero voy a estar en modo remontada, desafortunadamente. Intentaré llegar arriba y luchar con ellos, pero será muy complicado”, concluye Sainz.
Para los micrófonos de DAZN F1, el piloto de Ferrari seguía cabreado. “Contento con el rendimiento del equipo. Fin de semana buena hasta ahora y la Pole se me ha escapado por media décima. Mañana es primero y duodécimo y todavía con muy malas sensaciones, sin muchas ganas de hablar. Estoy de mal humor, sinceramente y pensando en mañana para remontar”.
