La FIA ha empezado a pensar que la introducción del techo de gasto presupuestario en el año 2021 está haciendo que las escuderías con problemas tarden más en recuperarse.
En los últimos años, uno de los efectos inmediatos de la introducción de esta medida ha sido la comprimización progresiva de la parrilla. Las escuderías que antes gastaban cantidades ingentes de dinero para seguir añadiendo rendimiento al monoplaza y distanciarse del resto, ahora tienen que gestionar mejor sus recursos financieros.
Sin embargo, una de las consecuencias no deseadas ha sido que los equipos están actualmente mucho más limitados para solucionar errores. La falta de presupuesto está haciendo que los imprevistos salgan terriblemente caros y ocupen buena parte del gasto total. Mercedes y Ferrari sabían que sus monoplazas no estaban a la altura del RB19. Aún así, no pudieron hacer las revisiones necesarias, las cuales hubieran sido posibles con unas reglas de gasto más abiertas.
Nikolas Tombazis, responsable de la FIA, ha dado su opinión sobre esta problemática. “Por un lado, la normativa impide que un equipo gaste tres veces más que el resto, pero por otro, si estás por detrás de alguien no puedes lanzarte a hacer una mejora arriesgada. Lo que se suele hacer ahora es crear paquetes de mejoras masivas para Barcelona o Canadá que rediseñen por completo el coche. De esta forma, dan un salto muy brusco de rendimiento en muy poco tiempo”.
“Somos conscientes de que hay muchas limitaciones, pero hay otros factores importantes que hay que proteger por el bien del deporte. Si no hubiera un techo de gasto, los equipos podrían crear un proyecto de I+D a largo plazo para obtener más ventaja sobre el resto”, aclaraba el ingeniero para Motorsport.com. “Ahora mismo hay una línea divisoria entre la libertad de las escuderías y un campeonato competitivo. La situación es complicada. No creo que haya una respuesta acertada para resolver este problema”, concluiría Tombazis.
