La FIA permitirá que se implanten sidepods para evitar casos como el de Catar

Alonso fue uno de los pilotos que más notó los efectos de las altas temperaturas del desierto | Fuente: Getty Images

Las regulaciones técnicas de la FIA para la próxima temporada incluirán un apartado en concreto que tratará de que no vuelvan a ocurrir problemas como el del GP de Catar, solucionando así los problemas de sobrecalentamiento del cockpit.

Muchos pilotos sufrieron problemas debido a las altas temperaturas aquel día e incluso alguno necesitó de atención médica después de la carrera. Logan Sargeant fue uno de los afectados y no pudo finalizar la prueba debido a un golpe de calor. Es por ello que la FIA ha tratado de buscar una solución rápida para que problemas de este tipo no vuelvan a suceder.

En primer lugar, el Gran Premio se ha trasladado un mes más hacia adelante, justo en noviembre. De esta forma, se espera que las condiciones sean un poco más frías. Además, los equipos podrán a partir de ahora añadir un sidepod en el chasis para permitir la refrigeración de la cabina. Este elemento tendrá dimensiones limitadas de tal forma que los equipos no puedan sacar ventaja aerodinámica de ninguna forma.

El Mercedes de la temporada 2014 | Fuente: Getty Images

El último equipo de la historia reciente que ha usado una toma de refrigeración fue Mercedes en 2014. Por aquel entonces, el equipo colocó una pequeña toma justo delante del volante tal y como permitía el reglamento en aquel momento. Desde entonces, no ha habido ningún equipo que haya optado por ello, lo que da pie a la pregunta de si realmente debería ser obligatorio que se montasen estas piezas en el caso de que se den altas temperaturas en un Gran Premio.

Otros cambios que traerá la nueva reglamentación técnica serán las limitaciones del uso del metal en el fondo plano del monoplaza. La FIA cree que los equipos pueden haber estado usando este elemento para controlar la flexión del coche y obtener un beneficio aerodinámico. Además, los equipos también agregarán topes físicos para evitar que el alerón delantero se pueda ajustar más allá de los 40 mm que establece el reglamento.