Lawrence Stroll, copropietario del equipo de Racing Point y padre del piloto Lance Stroll, se hizo el pasado enero con un 17% de las acciones del grupo de automóviles británico Aston Martin por un total de 215 millones de euros, convirtiéndose así en uno de los propietarios principales de la marca.
Siguiendo los pasos del empresario canadiense, ha ido su amigo Toto Wolff. El austriaco se ha hecho entre con 4 y un 5% de las acciones de Aston Martin. Esto ha dado mucho de que hablar y sobre lo que especular ya que Aston Martin es el principal patrocinador de Red Bull, uno de los máximos rivales de Mercedes en Fórmula 1.
Pues pese a que parezca algo muy llamativo, no lo es tanto ya que el grupo Daimler, al que pertenece Mercedes, es el máximo proveedor de la marca británica desde el año 2013. La inversión del director ejecutivo de Mercedes de adquirir el 4,77% de Aston Martin, representará la próxima semana el 0,95% de la compañía tras una emisión de derechos.
“Totalmente diluida después de la emisión de derechos pendientes, esta inversión representará una participación del 0,95% en la compañía. Es una inversión financiera y la asociación y el papel ejecutivo de Toto con Mercedes no se ven afectados por la transacción“, ha afirmado un portavoz de Mercedes. El propio Wolff ha manifestado la intención de seguir trabajando con los alemanes por lo que esta compra personal no tiene por qué afectar a su vida profesional.
“Estoy en el octavo año ahora. Amo los deportes y este equipo. Sin embargo, estoy algo sorprendido por el giro de los acontecimientos durante el invierno y por el comportamiento de algunas personas. Por supuesto, esto también tiene que ver con mi decisión sobre qué hacer en 2020 y más allá. Pero soy y seguiré siendo el jefe de Mercedes Motorsport y el jefe de F1, y nada cambiará en el corto plazo“, ha aclarado Wolff.
