El original de Chicago firmó grandes resultados en Road to Indy. La temporada pasada acabó segundo en Indy Lights con seis victorias. Tiene talento de sobra y en Gateway ha demostrado de lo que es capaz.
Tras la salida de Romain Grosjean, Dale Coyne Racing se hizo con los servicios de David Malukas. Es complicado conducir un coche que no está acostumbrado a luchar por victorias, pero con el paso de las carreras, el americano ha ido mejorando. Su mejor posición llegó en la primera carrera de Iowa, octavo.
Las lluvias sobre el óvalo de Gateway hicieron que la pista bajara de temperatura. Malukas sabía que iban a tener la oportunidad y llegó hasta el segundo lugar. Unas vueltas más y quizás hubiera ganado la carrera. Su ritmo era brutal. Son once puntos de diferencia con Christian Lundgaard, con quien se juega el título de mejor rookie.
Pocos lo hacen, pero Malukas usó el exterior de óvalo para superar a sus dos rivales para llegar a ese segundo puesto que sabe a victoria. “Funcionó muy bien. Tuve ese poco de aire limpio. Tuvimos que ir dos de ancho en uno y dos. Da miedo ir de par en par allí”, comentaba en rueda de prensa.
La IndyCar paró más de dos horas la carrera, pero se logró retomar la prueba. “En general, tan feliz de haber logrado volver a salir. Sabíamos por la práctica que, cuanto más fría se ponía la pista, mejor terminaba nuestro coche en comparación con los demás que nos rodeaban. Sabía que tenía una oportunidad”,
Para un novato, luchar por victorias es algo muy grande. No supo decir que hubiera pasado de estar cerca de Newgarden. “Tal vez le hubiera pasado, tal vez no. No sé. Es duro. Sí, tal vez un poco de oportunidad. Definitivamente habría hecho alguna estupidez para estar realmente cerca de él. Estaba tratando de no ponerme más nervioso y hacer alguna estupidez”.
Maluka reconoce que ha tenido demasiados errores esta temporada, pero así se aprende. Todo trabajo tiene su recompensa. “Desde el comienzo de esta temporada, comenzó duro, cometiendo muchos errores de novato. Pero seguí aprendiendo. Sabía que el coche se estaba volviendo tan bueno, que el equipo estaba haciendo un gran trabajo para lograr la conexión y la química sobre lo que necesitábamos, lo que yo quería. Iba tan bien. Sabía que el coche merecía un podio”.