En las últimas horas, medios italianos han asegurado que Mattia Binotto habría renunciado a su rol como director de equipo al no sentir el apoyo total de John Elkann.
La figura del suizo ha sido muy criticada desde que tomó posesión del cargo. Un hombre querido dentro de Ferrari al ser el responsable de los motores en épocas anteriores, pero que parece haber perdido credibilidad con el paso de los años.
Es verdad que las decisiones tomadas dentro de la pista no han sido las mejores en toda la temporada y que un hombre como Charles Leclerc, que ha conseguido nueve poles en 2022, solo haya ganado tres carreras dice mucho de la gestión del equipo. Por lo contrario, bajo las órdenes de Binotto, los de Maranello han vuelto a pelear por el título.
Carlos Sainz no ha querido mojarse demasiado sobre esa posible salida de Binotto. “No voy a entrar en lo que prefiero o lo que no prefiero. Solo sé que, por experiencia, Roma no se construyó en un día, y debes tener en cuenta de dónde venimos”, comentaba en una charla para Sky Sports F1.
El madrileño defiende la posición de Binotto con los resultados de los últimos años. “Si ves el progreso que hemos hecho como equipo en estas dos últimas temporadas, es enorme y el equipo está funcionando bien”.
La prensa, sobre todo en Italia, siempre critica a Ferrari, pero Sainz asegura que ellos son bastante duros con ellos mismos. “Somos muy autocríticos a puerta cerrada. Probablemente hacia el público, estamos protegiendo a cada individuo del equipo y estamos teniendo esta famosa cultura de no culpar, en la que queremos, obviamente, proteger a todos”.
Sainz reconoce que se han cometido demasiados errores, la presión ha podido con los italianos, aunque hay confianza. “Como dije, no viene de uno año a otro y tenemos que seguir mejorando. Creo que, durante la segunda mitad de la temporada, hemos sido un poco mejores en todo. Simplemente no nos desarrollamos lo suficiente”.
El piloto español volvió a insistir en aquellos aspectos que debe mejorar. Por ejemplo, en las salidas, donde asegura que ha habido “un problema inherente en el coche” durante todo el año. En Abu Dabi, el embrague no le permitió avanzar más, mientras que volvió a insistir en “la estrategia y conseguir los objetivos correctos con los neumáticos correctos”.
