La escudería Haas ha estado introduciendo mejoras a su monoplaza los últimos Grandes Premios y su piloto danés Kevin Magnussen no se termina de adaptar a ellas.
Ha admitido que estos cambios se alejan de su estilo de conducción y convierte sus fortalezas en desventajas. Este último fin de semana en el Gran Premio de Hungría es prueba de ello. No fue de todas formas un gran fin de semana para Haas, ya que no sumaron puntos y siguen octavos en el mundial de constructores.
Magnussen clasificó en 19ª posición, frente a la décima conseguida por su compañero Nico Hülkenberg. El danés no se terminó de adaptar al nuevo formato de clasificación con el compuesto duro, ni a las mejoras de Haas con bajas cargas de gasolina. En carrera terminó en última posición, y su compañero únicamente dos puestos por encima, denotando una falta de ritmo de carrera en el Haas.
En unas declaraciones recogidas por Motorsport.com, Magnussen ha explicado el porqué de su no adaptación al monoplaza de Haas. “Estoy luchando por encontrar consistencia con el coche de este año. Muchas inconsistencias para mí y, como han visto en la FP3, tenía el sector uno morado y luego soy el más lento en el sector dos, así que fui muy extremo allí. Es casi como si mi fortaleza habitual se hubiera convertido en mi debilidad en este coche”.
Afirma que, si cambia su estilo de conducción para acercarse al de su compañero Hülkenberg, estaría en tierra de nadie. “Puedes cambiar muchas cosas, pero algunas son tan naturales y tan automáticas que son difíciles de cambiar. Puedo ver lo que está haciendo y cuáles son las diferencias. Pero algunas cosas en tu estilo de conducción son realmente difíciles de cambiar. Si cambias cosas que son muy naturales para ti, terminas en tierra de nadie. Ahora, de repente, me encuentro en un pequeño lío”.
