La FIA investigará el accidente de Lance Stroll tras haber encontrado dos alarmas en el monoplaza que preocuparon a los comisarios. El piloto confirmó que, tras el accidente en clasificación y no correr en Singapur, está completamente preparado para Japón.
El monoplaza del canadiense tuvo que ser reconstruido desde el chasis de repuesto tras haber sido destruido en el choque. Recordemos que, casi llegando al final de la sesión clasificatoria, Stroll impactó tras haber cruzado encima del piano exterior de la última curva. A una velocidad de 240kilómetros por hora perdió el control y terminó chocando contra las barreras y a más de 210km por hora.
Tras el análisis se registró que el accidente tuvo una desaceleración de 40G. Stroll salió ileso del coche y fue directo a ser chequeado, siguiendo la orden de la FIA. Sin embargo, y tras obtener la aprobación para correr, el equipo decidió que Lance no se presentara el domingo en las pistas de Marina Bay por las secuelas de dolor que permanecieron.
Con esto, la FIA puso bajo investigación el accidente y a cargo a unos comisarios especiales por dos hechos que alarmaron tras ver los restos del AMR23. Por un lado, la rueda delantera izquierda se salió del chasis y voló de manera peligrosa, pudiendo acabar en la grada, en el Pit-Lane o sobre algún coche cercano, como el de Oscar Piastri, que iba justo detrás.
Por el otro, el cono de intrusión lateral. Aunque cumplió su trabajo, algunas fotografías demuestran que el cono no se habría comprimido, por lo que no absorbió la violenta carga y al contrario, se habría incrustado en la barrera TecPro. Además, en la rotación del coche en el accidente, se habría roto.
Aunque el accidente no produjo ningún problema a alto impacto y Lance Stroll resultó ileso, pudo tener consecuencias dramáticas, por lo que la FIA seguirá investigando los elemento que llamaron la atención en los comisarios. Se sabe que el sistema de protección al piloto funcionó perfectamente.