En el Gran Premio de Japón se vivió un doble abandono de Red Bull, pero del mismo piloto. Sergio Pérez volvió a la pista vueltas después de que abandonara tras su choque con Kevin Magnussen.
El piloto mexicano tuvo un fin de semana complicado en Suzuka y el colofón final llegó en la carrera. En la salida se tocó con Lewis Hamilton, dañando su alerón delantero y pasando por boxes para cambiarlo. Durante su intento de remontada chocó con Magnussen en la horquilla del circuito japonés, algo que puso fin a su carrera.
A Pérez se le impusieron cinco segundos de sanción por esa acción, pero retiró el coche, por lo tanto, esa penalización quedaba en el aire. Para evitar que tuviera consecuencias en Catar, el equipo reparó el RB19, Pérez volvió a pista, cumplió la penalización de tiempo y finalmente abandonó.
La FIA dio permiso a Red Bull para hacer esto, pero se cambiarán las reglas para que no vuelve a suceder en el futuro. Igualmente, Pérez no se libró de cuatro puntos de penalización en su licencia. “Es un circuito en el que se necesita mucha confianza y creo que Sergio, en particular en comparación con Max, tenía muchos problemas sobre todo en las curvas rápidas”, dijo Christian Horner al terminar la carrera para justificar las acciones de Pérez.
El jefe de Red Bull resta importancia a los resultados de Pérez esta temporada porque, de no estar Verstappen, sería él el mejor piloto de la parrilla. “Sigue siendo segundo en el campeonato mundial y terminó segundo detrás de Max en seis ocasiones. Así que, si Max no estuviese ahí, habría logrado seis victorias además de las dos que ya ha conseguido”.
