La temporada que viene, la IndyCar regresará al óvalo de Milwaukee. Un escenario muy solicitado por los aficionados. Este miércoles, Firestone, el proveedor de neumáticos de la serie, ha organizado una prueba con dos coches.
Will Power se puso a los mandos de su Penske, mientras que Linus Lundqvist ha vuelto al Chip Ganassi. Para el ganador de la IndyCar en 2022 ha sido una bienvenida, ya que formaba parte de la parrilla cuando se visitaba Milwaukee, además, consiguió la victoria en la temporada 2014. “La pista no ha cambiado mucho. Se sintió muy similar a la última carrera aquí hace casi 10 años”, comentaba Power en declaraciones que recoge RACER.com.
La última edición se celebró en 2015, donde los tiempos por vuelta estaban alrededor de los 23 segundos, pero el kit aerodinámico que usaron en esa edición permitía hacer giros en 21 segundos. “Es un óvalo realmente genial porque tiene un peralte bajo, lo cual es bueno para nuestros coches, realmente bueno para las carreras. Estoy muy emocionado de volver. Vamos a hacer una doble carrera y creo que será una buena carrera, siempre es una buena carrera en este lugar”, comentaba el piloto de Penske.
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— NTT INDYCAR SERIES (@IndyCar) October 18, 2023
Lundqvist debutó en la IndyCar en el óvalo de Gateway durante la temporada 2023 y por primera vez ha pisado Milwaukee. “Es bastante accidentado, es bastante rápido. Es un óvalo realmente corto. Hice mi programa de orientación para novatos la semana pasada en el Indianápolis Motor Speedway, un tipo de óvalo muy diferente, por lo que resaltó mucho las diferencias”, comentaba el piloto de Chip Ganassi.
“Creo que la superficie y la falta de suavidad que tiene este lugar me recuerda más a Iowa que a Gateway. Corrí en Iowa en Indy NXT, por lo que la superficie y los baches son muy similares. Es sólo que tiene menos peralte, lo que obviamente pone un poco más de estrés en el coche y en el conductor, así que veremos cómo va”, comentaba Lundqvist para terminar.
