Carlos Sainz montará en su monoplaza un nuevo depósito tras su avería en el Gran Premio de Catar, mientras los ingenieros de Ferrari siguen investigando que fue exactamente lo que ocurrió.
El coche del español fue enviado directamente desde Losail hacia los Estados Unidos sin pasar antes por la fábrica de Maranello. Será allí donde lo reparen, monten el nuevo depósito de combustible y le pongan todas las piezas nuevas necesarias.
A Ferrari, está avería le pilló completamente por sorpresa cuando el domingo por la tarde justo antes de llevar el monoplaza a la parrilla de salida lo llenaron de combustible y descubrieron que había una fuga en la parte superior del mismo. Los mecánicos hicieron lo posible por arreglarlo, pero finalmente vieron que iba a ser imposible ponerlo a punto antes del comienzo y decidieron retirarse.
El chasis del SF-23 estaba totalmente intacto, por lo que se descartó que esta avería tuviese algo que ver con la famosa altitud de los pianos del trazado catarí. La fuga, como ya hemos comentado antes, se produjo en la parte superior del monoplaza, por lo que también se desecha la idea de que se produjese por la sustitución de la batería o por cualquier otro error humano.
Así pues, con el nuevo componente, el coche debería dejar de ocasionar problemas. Ferrari tratará en Austin de pasar página tras este mal episodio en el Gran Premio de Catar. Sobre el papel, el Circuito de las Américas será un trazado mucho más favorable para los del Cavallino Rampante, y buscarán seguir disputándole la segunda posición en el Mundial de Constructores a Mercedes.
A pesar de que en las últimas carreras las fechas plateadas hayan demostrado ser mucho más consistentes que los italianos, estos tan solo se encuentran a 28 puntos de los mismos. En el horizonte, también se deja notar la amenaza de McLaren, que siguen mejorando a pasos agigantados y cosechando puntos y podios sin parar.