Hace unas semanas tuve la suerte de visitar uno de los lugares de peregrinación obligatoria para cualquier fan del mundo del motor, el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, ubicado en Imola.
Para los fans más nuevos, en este trazado perdió la vida el que es considerado por muchos el mejor piloto de la historia de la Formula 1, Ayrton Senna. Una pieza de la suspensión impactó en el casco del piloto brasileño, lo que hizo que quedase inconsciente. Esto provocó que perdiese el control de su Williams y acabó impactando contra las protecciones de la curva de Tamburello. Tras los esfuerzos de los médicos, Senna perdió la vida aquel 1 de Mayo de 1994.
Como recuerdo a Senna se inauguró, en 1997, un monumento en su honor en el parque del ‘Acqua Minerale’, con vistas a la curva donde el tres veces campeón del mundo perdió la vida. El monumento construido por Stefano Pierotti se ha convertido en un lugar de peregrinación para cualquier amante del mundo del motor, e incluso a día de hoy, múltiples son los gestos de cariño y respeto que se le brindan al astro brasileño.
Si estás en el norte de Italia o si Imola es una ciudad que está de camino a tu destino, recomiendo encarecidamente ir, ya que el circuito se encuentra muy cerca de la ciudad. Puedes ir a pie en un trayecto de 45 minutos o alquilar una bicicleta. Siempre hay bicicletas en la estación de tren, así que no perderás el tiempo buscando una por la ciudad.
Una vez llegas a los alrededores del circuito, deberás cruzar un puente para llegar al parque del ‘Acqua Minerale’. La entrada es totalmente gratuita. Yo fui un lunes y apenas me crucé con unas diez personas, supongo que los fines de semana estará más transitado. Desde el propio parque tienes visión de la curva de Tamburello y de la variante Villenueve.
A medida que vas llegando al monumento, sientes un ambiente extraño alrededor. Suele estar todo en un silencio total. Te vas dando cuenta de que estás cerca por las primeras banderas y pancartas con mensajes cariñosos que te encuentras. Al llegar allí, la impresión es brutal.
Ves la estatua de un Senna cabizbajo, incluso triste, y a su alrededor ves las cientos de ofrendas y recuerdos que la gente deja al piloto brasileño. Si sigues caminando y sales del parque, te encuentras un monumento a Gilles Villeneuve el cual yo desconocía que existía. Es recomendable visitarlo, aunque no está tan cuidado como el de Senna.
Una vez ya visites ambos monumentos, puedes recorrer las diversas zonas del circuito, pudiendo llegar incluso a la tribuna principal. También recomiendo pasar por la tienda de recuerdos, donde nada más entrar nos recibirá el Toro Rosso de Carlos Sainz de la temporada 2014.
En la tienda también podemos encontrar diversos souvenirs, por si queremos llevarnos algún recuerdo de nuestra visita. Como joya de la corona, también nos encontramos un simulador de Formula 1 y varios de GT, con material de primer nivel. Los precios son un poco elevados pero merece la pena.
Si después de este artículo te decides a ir, comparte tus fotos de tu paso por el circuito vía ‘X’ mencionando nuestra cuenta, @MotorTimeES.
