Al terminar el Gran Premio de Brasil, aficionados han saltado al trazado cuando algunos coches aún no habían vuelto al Pit-Lane. Los comisarios llamaron a declarar a los organizadores y tachan el episodio de “inaceptable”.
No es la primera vez que esto ocurre esta temporada. En el Gran Premio de Australia varios aficionados también saltaron a la pista durante la última vuelta de carrera. Además, rodeando el coche de Nico Hülkenberg, que abandonó por problemas eléctricos. Max Verstappen cruzó la meta, Lando Norris lo hizo ocho segundos después, pero aficionados ya estaban entrando a las escapatorias de la recta principal para asistir a la ceremonia del podio.
Tanto la Fórmula 1 como los organizadores dieron luz verde para permitir a los aficionados que entraran al trazado, pero muchos se saltaron las vallas, algo que los comisarios no pudieron controlar. La FIA revisó las pruebas junto a los organizadores y dicen que las medidas “no se aplicaron y/o no fueron suficiente, lo que provocó un interno inseguro”.
“Los organizadores admitieron los fallos en cuanto a los protocolos de seguridad y las medidas de protección. Coincidieron con el informe del Delegado Deportivo de la FIA y del Director de Carrera y coincidieron en que ya se habían dado circunstancias comparables en Brasil antes y que se trataba de una situación inaceptable que podría haber tenido consecuencias desastrosas”, decía el comunicado que se ha emitido por parte de los comisarios.
Los responsables del GP de Brasil han sido obligados a llevar a cabo una investigación exhaustiva y tomar medidas para el 2024. Además, antes del 30 de enero, los organizadores deben “presentar a la FIA un plan formal de reparación que aborde las graves preocupaciones”. Al Gran Premio de Brasil de este fin de semana asistieron una cifra récord de 267.000 espectadores durante sus tres días, una media de 89.000 por día.