La llegada de Lewis Hamilton a Ferrari es un hecho histórico en la época moderna de la Fórmula 1. El piloto británico abandona Mercedes después de 11 años y lo hace para seguir ampliando su leyenda. El movimiento más mediático de la década deja varios interrogantes abiertos de lo que puede conseguir Lewis con el mono rojo.
Octavo mundial
Hamilton no abandona a la escudería que se lo ha dado todo por nada. Mercedes se encuentra en una situación peliaguda con el desarrollo del monoplaza, los ingenieros marcaban un camino mientras que los pilotos indicaban otro. El ambiente de duda empujó al británico a dar un salto en su carrera y buscar el champagne en otro garaje.
Los italianos no viven una realidad muy distinta a la de los alemanes, pues Ferrari empezará un monoplaza desde cero en 2024 con la intención de alcanzar a Red Bull antes de 2026. Este movimiento da a interpretar que Hamilton no tiene nada claro el futuro de Mercedes y ve en los de Maranello un rayo de esperanza de luchar por otro campeonato mundial.
Vuelta al trono
Ferrari necesita un piloto ganador como Lewis. La marca italiana no tiene nada que ver con la que recordamos de Niki Lauda o Michael Schumacher, la realidad es totalmente opuesta. El piloto más laureado de todos los tiempos es justo lo que necesita un equipo que lleva 17 años de sequía, el relato se escribe solo.
Hamilton no solo llega con su habilidad al volante, también trae la experiencia necesaria para reconducir un equipo hasta lo más alto. El británico sabe todos los planes de Mercedes: que coche llevarán a 2025, que piezas funcionan y cuales no, el enfoque que le debe dar Ferrari al monoplaza, los planes de los alemanes para 2026… Es una mina tanto dentro como fuera de la pista.
Lewis lo apuesta todo al rojo en la búsqueda de su octavo título mundial. En el caso de que ambos consigan el campeonato, estaríamos hablando de una de las temporadas más poéticas de la F1. Es más que sabido que quien logre sacar a Ferrari del pozo entrará en la historia, pues imaginad lo que supondría si ese número es el “44” y todo los triunfos que este carga a sus espaldas.
Fin del debate
Hamilton es uno de esos nombres que entra en la conversación de quien es el mejor piloto de todos los tiempos. Los detractores del británico alegan que solo ha ganado con un coche dominante y sin oposición, pero, ¿qué pasa si es campeón con Ferrari? Nombres como Fernando Alonso, Sebatian Vettel o Charles Leclerc —todavía está a tiempo— lo han intentado y no fueron capaces.
Si Lewis obra el milagro podríamos hablar del hito más grande en toda su carrera. La magia de vestir el mono rojo, acabar con la maldición de Maranello y devolver la corona a los italianos. Es imposible no pensar en que dicho escenario le de un empujón para reconsiderarlo como el número uno. Un piloto con una carrera prácticamente perfecta.
La otra cara de la moneda
Que toda la euforia del traspaso no nos haga olvidar quien será el compañero de Lewis Hamilton: Il predestinato, el hombre que le ha ganado a todos sus compañeros, la primera espada de una Ferrari en auge, Charles Leclerc. Hay que recordar que el monegasco ya acabó con un tetracampeón del mundo como Vettel en su primera temporada en Ferrari.
El duelo será uno de los más igualados de la parrilla y obligará a Leclerc a mostrar una versión única de sí mismo. El británico es un hueso que también sabe lo que es ganarle a todos sus compañeros de equipo. Una disputa que hará a ambos mejores pilotos y que será la prueba de fuego para demostrar si el monegasco tiene, o no, lo necesario para ser el número uno.
