Tras una espera interminable, por fin parece que Alex Palou podrá debutar en la IndyCar este 2020. Lo hará en uno de los óvalos más complicados de todo el campeonato, el óvalo de Texas que, juntamente con el de Indianápolis, son los dos únicos ovalos de alta velocidad en el calendario.
Además, Palou tendrá otro inconveniente, ya que se trata del único piloto de la parrilla que no sabe aún lo que es conducir dentro de un óvalo. Los otros dos debutantes, Oliver Askew y Rinus Veekay, ya han tenido alguna experiencia en este tipo de circuitos en categorías inferiores. El hecho de que sea en un único día no va a ayudar tampoco al de Barcelona.
“Va a ser muy complicado. Ya de por sí el hecho de ser el único piloto que no tiene experiencia en un óvalo lo hace difícil, pero es que además el formato reducido del evento va a hacer que la carrera vaya a ser aun más difícil para mi”, asegura Palou en declaraciones recogidas por Motorsport.com.
Vista la dificultad del reto, Palou se toma su debut con tranquilidad y busca sobre todo acumular experiencia de cara a futuras carreras en las que sí que pueda tener mucho más que decir.
“En el fondo hay que tomarlo como una experiencia. De esta manera, podré ver lo que es correr contra 23 coches en este tipo de pistas y hacer 5 paradas en boxes en vez de una o dos. Sobretodo quiero terminar la carrera y, si puede ser, terminar lo más arriba posible”, ha afirmado.
Por último, Palou comenta la incertidumbre por si finalmente podría entrar en Estados Unidos o no le dejarían competir. En un primer momento pensó en entrar vía México, pero finalmente ha conseguido un salvoconducto para deportistas de alto nivel, aunque pilotos de automovilismo estaban, de entrada, fuera del mismo.
“Al principio no había ninguna manera de volver a entrar en Estados Unidos. La única opción era vía México y pasando una cuarentena de 14 días. Finalmente la IndyCar y el equipo nos han ayudado para poder entrar gracias a un salvoconducto para deportistas de alto rendimiento”, concluye el piloto barcelonés.
