Seguramente ha sido la mejor carrera de Charles Leclerc desde que llegó a la Fórmula 1. Las ha tenido buenas, sí, pero nunca con un coche un segundo más lento que el de 2019 y sin apenas ritmo durante la carrea.
Así es, Leclerc salía en séptimo lugar en Austria. Los dos abandonos de los Red Bull y la sanción que ha sufrido Lewis Hamilton le han ayudado, pero había que estar ahí. Desde el muro también tomaron la gran decisión de montar el neumático blando cuando se desplegó el coche de seguridad en el abandono de George Rusell. Por eso mismo, el monegasco estaba contento con el segundo puesto.
“No me lo esperaba para nada. Ha sido una grandísima sorpresa, creo que todo lo hemos hecho perfecto para hacer segundos. Hemos tenido suerte con la penalización de Lewis y toques, pero es parte de las carreras”, decía tras bajarse del monoplaza.
Leclerc desvela que no había esperanzas dentro del equipo por los resultados obtenidos el sábado. Durante periodos de la carrera, parecía que el Ferrari era incluso inferior al McLaren: “El objetivo era ese, aprovechar las oportunidades. A pesar de ello no tenemos ritmo y estamos lejos. Hay que mantener la fortaleza mental como equipo y volver porque nos llevará tiempo”.
Desde la parada que realizó en el coche de seguridad, la mentalidad del piloto de Ferrai cambió: “He tenido que ser agresivo. En cada Safety Car he tenido problemas desde la curva uno a la tres. Luego he tenido que aprovechar varias cosas, como Lando siendo ralentizado por Sergio y me he tirado y en la otra con Pérez igual, la he disfrutado”.
