El coche de seguridad tras el accidente de Max Verstappen decidió muchas posiciones del Gran Premio de Emilia Romagna. La más importante, el último escalón del podio que finamente ganó Daniel Ricciardo, pero que Sergio Pérez lo rozó antes de ser llamado para montar el blando.
La carrera tardó más en reanudarse por el accidente de George Russell, dado que el coche de seguridad tuvo que dar mal vueltas, para que los comisarios realizaran las tareas de limpieza correspondientes. Esto hizo que los hombres con blando, como fue el caso de Pérez, no pudieran llegar al piloto de Renault que llevaba los duros con más de 40 vueltas.
A pesar de ser el detonante que les dejara sin podio, Andrew Greeen, director técnico de Racing Point, ha asegurado que “era la decisión correcta en ese momento”. “Estábamos nerviosos por empezar la carrera de nuevo con los duros tras el Safety. Creo que hubiéramos tenido problemas. Pensábamos que era lógico meter el blando, por lo que no tenemos que estar decepcionados por ello”.
Green se lamenta más por el accidente de Russell, que dejó al coche de seguridad más tiempo en pista: “El número de vueltas restantes para adelantar se redujo de nuevo, por un margen considerable. Así que creo que eso funcionó en nuestra contra. Habríamos tomado una decisión diferente”.
El británico aseguró que prepararon el coche pensando en mantener los neumáticos en tandas largas, por ello Pérez pudo escalar al cuarto lugar tras un largo stint con el medio: “Sergio condujo muy bien, el coche era muy fuerte y estábamos contentos con lo que veíamos”. El resultado del mexicano y el cero de Lance Stroll dejan a los de Silverstone en el quinto lugar del Mundial de Constructores, además de en McLaren deben fijarse en Renault, quienes han dado un paso adelante evidente y ya suman dos podios esta temporada.