Laia Sanz sigue batiendo récords y con este Dakar 2021 ya suma 11 de 11. La española ha conseguido llegar a meta en todas las ediciones en las que ha participado, con el aliciente de que este año no llegaba en el mejor estado físico.
La piloto de Gas Gas arrastró durante meses una lesión tras una caída en el Dakar 2020 y también ha pasado por la enfermedad del Lyme. Por tanto, no llegaba a esta edición en el mejor estado de forma posible y no sabía si iba a poder cruzar la línea de meta.
“No he podido ir al ritmo que me hubiese gustado, ni a mi ritmo normal, pero estoy muy contenta de haber terminado. Hace unos días no sabía si podría hacer las tres etapas que quedaban, así que súper contenta”, ha expresado en declaraciones a Motorsport.com.
La estrategia de Sanz para estas 12 etapas ha sido clara: rodar de forma segura y con un ritmo controlado, algo que le funcionó para poder llegar a meta. Sin embargo, confiesa que no disfrutó tanto durante la segunda semana porque rodó en el polvo y no pudo llevar el ritmo que ella quería.
“El Rally para mi gusto ha vuelto a ser muy, muy rápido. Sí que ha habido más navegación que el año pasado, que eso me ha gustado, pero la verdad es que tampoco lo he vivido de la mejor manera porque al no poder llevar mi ritmo… Sobre todo la segunda semana porque la primera era más abierto. En esta segunda me he encontrado mucho tiempo detrás del polvo, lo que me hacía ir más lenta y no se disfruta mucho yendo así“, ha añadido.
Dadas las circunstancias a las que Laia se ha tenido que enfrentar, este ha sido el Dakar más emocionante para ella, junto con el primero que corrió. Aunque confiesa que no ha sido el más duro a nivel de terreno, sí que ha sido el más complicado a nivel físico por la falta de preparación.
“Este es el Dakar en el que más me he emocionado, seguro. A decir verdad, este y el primero. No ha sido la edición que ha tenido más dureza, porque seguramente fueron más complicadas algunas de las de Sudamérica, en las que había de todo, con recorridos muy exigentes y pasos a gran altitud o días de mucho calor. En mi caso, sí es el Dakar que se me ha hecho más duro. La falta de preparación y los problemas con la enfermedad lo han convertido en el más emotivo para mí. Al final, cuando llegué a meta, salió todo”, ha comentado.
Pese a los contratiempos, la de Gas Gas ha terminado el Dakar en la 17ª posición de la general. Además, consigue un récord: ha finalizado once Dakar de forma consecutiva y además en las últimas ocho ediciones ha terminado en el Top 20.
“Es un récord del que me siento muy orgullosa porque en la historia de la carrera hay pilotos que han corrido más ediciones, pero que no las acabaron todas. Hacer once de once es algo muy difícil y más estando los últimos ocho entre los 20 primeros”, ha señalado.
Después de dos semanas duras, ahora tiene por delante el reto de descansar antes de decidir qué retos profesionales asume en el futuro. Además, estas semanas de descanso también le servirán para volver a recuperar su mejor forma física.
“Ahora mismo no tengo muchas ganas de tocar la moto. Cuando acabas un Dakar, lo último que quieres es ir en moto en las próximas semanas. Después seguro que las recupero. Luego faltará planificar la temporada, acabar de recuperarme, que es lo más importante, y ya veremos qué carreras hacemos este año”, ha apuntado para cerrar.
