A pesar de que la carrera que vivimos en Zandvoort no tuvo grandes batallas en pista, si hubo una gran pelea estratégica. Max Verstappen logró una memorable victoria en el Gran Premio de su casa. Un fin de semana sin fisuras.
En Mercedes, conocedores de que solo un error de Red Bull o Verstappen le podían acercar a la victoria, lo intentaron todo. El equipo alemán intentó dos veces el undercut con Hamilton, pero no lo logró. La primera parada fue algo lenta, 3.6 segundos frente a los 2.7 de Red Bull con Verstappen.
Bottas fue el gran sacrificado de Mercedes. En el equipo decidieron alargar el primer stint del finés para tratar de retener a Max, pero el neerlandés venía muy rápido con ruedas nuevas y no le duró ni una vuelta, por lo que Bottas paró tras ser adelantado por el líder del Mundial.
Tras un intento de ataque que acabó en fracaso, en Mercedes no se rindieron y trataron de volver a atacar. Los de Brackley llamaron a Hamilton a falta de 32 vueltas para el final para intentar otro undercut, colocando los neumáticos medios. El ataque parecía algo precipitado faltando tantas vueltas y Verstappen entró en la siguiente vuelta y se pudo defender sin problemas, aunque decidió poner los duros. A pesar de que los medios podían aguantar tantas vueltas, la opción del holandés parecía mejor que la del inglés. Fue en esos momentos que el heptacampeón del Mundo empezó a quejarse de la estrategia y a dudar de la durabilidad de sus ruedas.
Una vez finalizada la carrera y tras ser derrotados, Wolff reconoció que podían haber ejecutado mejor sus opciones. Esto es lo que comentó el Team Principal para Sky Sports. “No hemos acertado en los tiempos. No esperábamos que pusieran los duros, ya que era una incógnita. Creo que poner el duro fue algo arriesgado, los Ferrari iban bien, pero entrábamos en territorio desconocido”.
El ritmo de Max Verstappen fue superior en todo momento, por lo que Wolff asegura que tenían que arriesgar para intentar lograr la victoria. “En cuanto a estrategia, se puede decir que probablemente el 50% de la carrera se perdió tanto en la clasificación como en la salida. Además, Red Bull tenía un ritmo endiablado. Si hubiéramos estado por delante, probablemente podríamos haber mantenido la posición, pero teníamos que tomar riesgos. Pensábamos empujarlos a una parada temprana, que pusieran blandos y que nos diera una oportunidad al final. Tomaron una decisión difícil, arriesgaron con los duros y ganaron la carrera”.
