En la primera sesión de libres disputada en Baréin para las 8 Horas de este fin de semana, el #8 de Toyota ha acabado en lo más alto de la tabla. Un tiempo que ha marcado Sébastien Buemi, pero antes declaró la guerra para ganar el Mundial.
Hay un déficit de quince puntos entre el #8 y el #7, por lo tanto, es un Campeonato que no depende al 100% de Buemi, Brendon Hartley y Nakajima. “Básicamente, no tenemos nada que perder: si tenemos un DNF, no va a cambiar el mundo”, comentaba el suizo antes de la carrera según publica Autosport.com. “Tomaremos riesgos y seremos agresivos: si nos recompensa, es asombroso, si no, esperamos con ansias el próximo año”.
Kobayashi, Conway y López se llevaron la victoria de las 6 Horas de Baréin ahorrando neumáticos, algo que no se pudo hacer en el #8. Esta ventaja significa que si el #7 hace la Pole, prácticamente el título sería suyo y con terminar la carrera, da igual en que puesto porque igualmente serían terceros en Hypercar, serían campeones. La opción del #8 pasa por hacer la Pole y que sus compañeros queden terceros.
“Si conseguimos la pole, entonces hay una posibilidad, pero si no lo hacemos, lo más probable es que se acabe. Sentimos que está fuera de control: todo lo que podemos hacer es conseguir la pole y ganar la carrera para tener al menos una oportunidad”, comentaba Buemi sabiendo lo complicado del reto.
En cuanto a la perdida de ritmo del #8 en las 6 horas, Pascal Vasselon, director técnico de Toyota, comentó lo siguiente: “Estaba relacionado con la puesta a punto: seré breve y conciso, demasiado sobreviraje en el coche. Los pilotos querían asegurarse de tener una buena parte delantera durante la carrera y tenían una muy buena parte delantera, tal vez demasiado”. La configuración será totalmente distinta para es te fin de semana al ser la carrera en la noche.
