Red Bull parecía tener todo controlado de cara al GP de Baréin, pero Ferrari les adelantó por la derecha. Eso no fue lo peor, ya que se marcaron un cero por un fallo en su sistema de combustible.
Max Verstappen pensaba que la batería de su unidad de potencia fallaba, pero Red Bull pronto sospechó que el problema se originó en la bomba de combustible. En la última vuelta de Baréin, el coche de Sergio Pérez se paraba por completo. Después de un largo análisis, los austriacos han descubierto que todo fue provocado por un vacío que se creó en su sistema de combustible, lo que significa que la gasolina no llegaba al motor de sus monoplazas.
El equipo también ha descartado que los pilotos se quedaran sin combustible. “Ambos monoplazas sufrieron una falta de presión de combustible el fin de semana pasado. Teníamos la cantidad correcta de combustible, pero un vacío impidió que las bombas lo enviaran al motor”, dijo la escudería en un comunicado.
“Hemos tomado las medidas necesarias para corregir este problema y no esperamos problemas este fin de semana”, continuaban. Un contratiempo del que Christian Horner ya comenzó a hablar tras la carrera de Baréin. “No puedo recordar la última vez que nos pasó, pero obviamente es nuestra peor pesadilla. Es muy decepcionante, no solo perder un podio con Max, sino también perderlo con ‘Checo’ en la última vuelta”.
A toda costa deben evitar que el fallo vuelva a repetirse en el Gran Premio de Arabia Saudí, ya que se meterían en problemas más serios. De todos modos, Honda no ha comenzado con buen pie la temporada. Pierre Gasly ha tenido que cambiar su unidad de potencia tras el incendio de Baréin. En la recta final de los FP2 en Yeda, a Yuki Tsunoda se le pedía parar el monoplaza.
