Parece que Mercedes está saliendo poco a poco del túnel en el que se metió a inicios de 2022. Su concepto innovador de ‘cero pontones’ nunca llegó a cuajar. Año y medio más tarde que sus competidores introdujo, hace algunos Grandes Premios, un diseño mucho más común.
Aún así, Toto Wolff confirmó a Motorsport.com que el próximo monoplaza alemán será sensiblemente diferente al que estamos viendo este 2023. “Para el próximo año habrá algunos cambios fundamentales en el diseño, pero no estamos construyendo algo. Se trata más bien de entender lo que estamos simulando”.
Una de las principales preocupaciones es el límite presupuestario. El hecho de haber tenido que fabricar dos modelos distintos del W14 disparó los gastos de Mercedes, dejando, a priori, un menor espacio presupuestario para el W15. La optimización de recursos y el conocimiento sobre el nuevo monoplaza serán claves para los cambios a futuro.
“Hemos construido una gran organización en nuestro departamento de finanzas, compuesta por 46 personas, que supervisa el techo presupuestario hasta el último tornillo. Esta organización realiza un seguimiento de los gastos durante todo el año y lo que hemos hecho es asignar recursos a varios proyectos. Lo bueno es que constantemente estamos aprendiendo a entender lo que hace el coche“, comentaba Wolff.
Si nos fijamos en los resultados y el rendimiento del nuevo concepto del actual W14 podemos observar que estos han mejorado respecto a su predecesor. Dos terceros puestos y una segunda posición en circuitos medianamente representativos confirman que el paso hacia delante de las ‘flechas plateadas’ es notorio.
A pesar de esto, todavía estamos en una fase de la temporada en la que todos los equipos traen novedades casi cada carrera para mejorar sus prestaciones, por lo que el ritmo de desarrollo y comprensión del W14-B serán conceptos clave de aquí al cierre de temporada en Abu Dabi.
