Max Verstappen acompañará a Lewis Hamilton en la primera línea de la parrilla del Gran Premio de Hungría. Por primera vez esta temporada, un Mercedes ha conseguido la pole position. El siete veces Campeón del Mundo ha arrebatado la primera posición al neerlandés por únicamente tres milésimas.
La vuelta del neerlandés no ha sido del todo perfecta. Y es que, a pesar de las mejoras que ha introducido la escudería Red Bull este fin de semana, hemos visto problemas en los monoplazas austriacos. En especial, en el de Max Verstappen, que en el día de ayer fue llamado varias veces a boxes para cambiar la configuración porque no se sentía del todo cómodo.
En la sesión de clasificación de hoy ha vuelto a quejarse de lo mismo. “No ha pasado mucho en esta clasificación, he tenido problemas todo el fin de semana para encontrar el reglaje con el que sentirme cómodo. Ha sido una clasificación difícil. No podía atacar bien las curvas y la segunda vuelta en Q3 he cometido errores. No hemos tenido el coche que tenemos normalmente, necesitamos algo más”.
En cuanto a la carrera y a la gestión de las gomas, Verstappen ha declarado que será una carrera dura con mucho calor en la que las ruedas sufrirán. “Los neumáticos traseros van a ser complicados de gestionar. Las mejoras si que funcionan pero no nos han salido como queríamos”.
Así, Verstappen saldrá en segunda posición en el Gran Premio de Hungría, con Lewis Hamilton al frente. Su compañero de equipo no pudo más que ser noveno. Viendo las últimas clasificaciones del mexicano, no es un mal resultado, ya que ha conseguido romper esa mala racha que le tenía sin alcanzar la última sesión de clasificación desde hace cinco Grandes Premios.
