Quizás el Gran Premio de Macao acabó de la peor forma posible, detrás del coche de seguridad, pero Luke Browning tuvo que defenderse de unas cuentas relanzadas en ambas carreras. Igualmente, su ritmo fue muy bueno durante todo el fin de semana.
El piloto de Hitech Pulse-Eight tuvo que aguantar la presión de Gabriele Minì durante la carrera clasificatoria en los reinicios que hubo tras coche de seguridad. Si llegaba a la curva tres con ventaja, Browning era capaz de escaparse. Durante la carrera, se enfrentó a tres relanzadas, una de ellas después de una bandera roja.
Miní y Dennis Hauger fueron los que presionaron en esta ocasión. El de MP Motorsport llegó a estar delante, pero antes de que saliera el último coche de seguridad, Browning volvió a frente. “No fue fácil. Tiré lo más tarde posible. Cuando venimos aquí, nos encontramos con grandes carreras y es un gran espectáculo para ver e igualmente fantástico para conducir”, decía el británico al acabar la carrera.
En el último reinicio, Browning se encontró con algo de suciedad en pista y perdió algo de agarre. Explica que esa primera vuelta “fue un poco complicada”. El piloto de Williams sale como Campeón del Mundo y es una gran forma de acabar el 2023. “Ganar a este nivel contra esta parrilla es una verdadera lección de humildad. Estoy muy agradecido de estar aquí, disfruté muchísimo. Muchas gracias a la organización, gracias a la FIA, a la Fórmula 3 por montar esto. Para un joven que conduce coches rápidos, esto es un sueño absoluto, así que lo disfruté muchísimo”.
Hitech fue capaz de hacer un coche superior a los PREMA, MP Motorsport, Trident, entre otros que han sido mejores a lo largo del año. “Era muy cómodo conducir el coche. El agarre estaba ahí y me dio confianza. Ser novato no es fácil aquí, así que tienes que tener el equipo adecuado, en cualquier deporte de motor tienes que estar en el coche adecuado. Y este fin de semana estuve en el coche correcto y fue agradable aprovecharlo al máximo”, agradecía Browning.
