Nasser Al-Attiyah decidió no tomar la salida de la décima Especial, por lo que ya está fuera del Dakar definitivamente. Sébastien Loeb está molesto con la actuación del catarí porque no se quedó a ayudarle, como si han hecho Stéphane Peterhansel y Mattias Ekström con Carlos Sainz.
Una vez que un piloto se queda sin opciones de ganar el Dakar, es primordial que esté dispuesto a ayudar a su compañero de equipo. Al-Attiyah dijo que lo haría cuando se quedó atrapado en las dunas del Empty Quarter, pero un par de días después la suspensión se rompió, un día más tarde el motor y en la novena Especial se dio la vuelta.
Por eso, Loeb está solo ante el peligro, mientras que Sainz tiene la ayuda de dos escuderos que en esta décima etapa ha sido primordial. El madrileño ha podido rescatar las ruedas de Ekström para seguir adelante. En cambio, el francés tuvo un pequeño contratiempo que le hizo perder cinco minutos.
“Ha hecho lo que ha querido. Por supuesto, no estaba motivado para continuar, tenía algunos problemas, y hubo un momento en el que decidió dejarlo, es su decisión, estaba haciendo su propio rally, no el Dakar para ayudarme, es lo que hay”, comentaba el piloto de Prodrive en declaraciones que recoge Motorsport.com.
La undécima Especial será primordial porque la organización ha avisado de que los pinchazos serán la tónica. Y este décimo día ya ha asido una antesala. “Si tuviera un coche por detrás de mí mañana, sería mejor. Veremos lo que podemos hacer”. Ahora bien, al perder tanto tiempo, espera que los de delante limpien la trazada. “Vimos hoy muchos problemas. Cuando cambié las ruedas, dos coches me pasaron y era imposible quedarse detrás porque no se veía nada y era muy arriesgado tener otro pinchazo en una situación así. Esperemos que mañana tengamos la oportunidad de adelantar”, concluía Loeb.
