Han pasado un total de 33 años para que un Andretti liderara las 500 Millas de Indianápolis en la jornada de clasificación. Precisamente la consiguió Mario Andretti en 1987, quien ya había ganado la prueba en 1969.
Marco Andretti y su equipo sorprendieron por el gran ritmo que impuso el coche #98 también gracias al motor Honda, el cual parece que se llevará la victoria este fin de semana. “Es gracioso porque estaba gritando después de la carrera, así que no tengo voz. Estaba emocionado. Ponemos mucho en ello. Este lugar significa mucho para nosotros como familia. Hemos pasado por tantos altibajos… Obviamente, mi primo John viaja conmigo, mi abuelo en casa. Sabemos que la familia nos apoya. Vivimos y respiramos este deporte, esta carrera en particular”, dijo el piloto tras el Fast Nine.
Andrettí se llevó la Pole con una velocidad de 231.068 mph, tan solo 0.017 mph por encima de Scott Dixon siendo el tercer margen más estrecho de la historia de las 500 Millas: “Sabía que iba a ser interesante, que iba a estar cerca también porque estaba observando las velocidades, sabía que Dixon corría. El lujo de ir último es que conoces el punto de referencia. Afortunadamente, estábamos en el mejor lado de eso”.
La pole position es la sexta de Marco Andretti en IndyCar y la 42ª de los coches propiedad de su padre Michael Andretti. Este nunca ganó una pole para la Indy 500 como piloto, pero su equipo lo hizo en 2005 con Tony Kanaan. “Cuando perdí las ‘500’ en 2006, me vieron enojado porque sabía que es posible que 15 años después esté hablando con ustedes y todavía no haya ganado una. Por eso estaba tan enojado. Es un lugar difícil. El año pasado tuve la peor carrera de mi carrera. Aquí estamos, podemos ganarlo”, decía para finalizar.
