En AF Corse estaban confiados en luchar por la victoria hasta el final de la cita y más allá de eso, ganar las 24 Horas de Le Mans. El coche #51 donde participan Miguel Molina, Sam Bird y Davide Rigon estuvo liderando la prueba durante varias horas, pero la noche jugó en su contra.
Durante las horas de este periodo sufrieron un pinchazo que les dejó fuera del liderato, pero los males no acabaron aquí porque los mecánicos tuvieron que meter el #51 al garaje para repararlo. Esto les hizo perder varias vueltas con los líderes. Cuando iban a cruzar la meta cuartos, que tras todo lo ocurrido no era mal resultado, el coche falló cuando apenas faltaban unas curvas, no cruzaron la meta, por lo tanto no terminaron las 24 Horas de Le Mans.
Miguel Molina, para Motorsport.com, mostró su decepción tras todo lo que habían luchado: “Estaba asegurado ese cuarto puesto hasta tres curvas del final, que fue cuando el coche se paró porque se rompió el cambio. Fue un poco surrealista porque ya estábamos ahí todos intentando celebrar algo, pero no pudimos ni terminar, una pena porque fue una carrera que creo que fue bastante sólida por nuestra parte. Al final no pudimos acabar de rematarlo”.
Rigon estaba en el coche para cruzar la meta, la desesperación fue tal que pensó en entrar a meta marcha atrás: “Lo primero que pensó Davide fue en entrar aunque fuese marcha atrás, que era la única marcha que funcionaba, pero desde el equipo nos dijeron que no podíamos porque el reglamento no lo permite”, aseguraba Molina.
Además, Molina asegura que James Calado, quien quedó segundo en GTE Pro, dijo por radio que si podía impulsar el otro AF Corse hasta la meta: “Incluso Calado vio que se paraba el coche y dijo por la radio que lo empujaba hasta el final, pero eso nos habría descalificado a los dos, porque tienes que entrar por ti mismo”.
Así resumía Molina su carrera: “La verdad es que las primeras siete horas fueron muy, muy buenas, liderando la carrera. Después tuvimos el primer problema, que perdimos un Safety Car de ventaja porque nos quedamos sin gasolina justo cuando salió y eso nos mató un poco todas las opciones. Y más tarde, de madrugada, tuvimos un problema con un pinchazo y con la suspensión y eso nos acabó de rematar”.
Molina nunca había liderado las 24 Horas de Le Mans y así se sintió durante la experiencia: “Súper contento de liderar Le Mans por primera vez y encima hacerlo por adelantar en pista, luchando de tú a tú, no por situaciones de estrategia. Salí en mi segundo relevo y justo salía Martin de boxes, lo adelanté, me fui… aunque luego me pilló”.
