Charles Leclerc terminó octavo en el Gran Premio de La Toscana, mientras que Sebastian Vettel fue décimo, de 12 pilotos que lograron terminar la carrera. El ritmo del SF1000 no les permitió aprovechar las oportunidades que ofrecieron las banderas rojas y las resalidas.
Ferrari ‘celebró’ en Mugello su Gran Premio número 1.000, aunque en Maranello no estaban para celebraciones. El resultado del equipo no fue bueno, pero fue acorde a las expectativas que ellos mismos tenían.
“Un resultado muy decepcionante que pone fin a un histórico fin de semana para la Scuderia Ferrari en nuestro circuito, con nuestros 1.000 Grandes Premios en Fórmula 1. Si bien el sábado, al menos con Charles, lograron un resultado en la línea de nuestras expectativas, el domingo no teníamos el ritmo para que nuestros pilotos pudieran luchar con sus rivales más directos, sufriendo especialmente con la degradación de los neumáticos”, ha expresado Mattia Binotto, jefe del equipo, en un comunicado oficial.
Binotto asegura que tanto Leclerc como Vettel lo hicieron lo mejor que pudieron y extrajeron el máximo potencial del coche. Afirma que están trabajando duro para resolver sus problemas, pero les llevará bastante tiempo resolverlos.
“Estamos trabajando duro para intentar corregir los fallos básicos, pero no es algo que se pueda hacer en un corto periodo de tiempo, ni con algunas actualizaciones. Esto no significa que no traeremos nuevas soluciones desde ahora hasta el final de la temporada, pero tenemos que ser realistas con nosotros mismos y con nuestros aficionados”, ha añadido para cerrar.
El punto de vista de los pilotos
Leclerc comenzó la carrera en la quinta posición, incluso se colocó tercero en los primeros metros. Sin embargo, el ritmo no era bueno para mantener esa posición y comenzó a perder posiciones en las primeras vueltas.
“Intenté luchar todo lo que pude, pero no fue suficiente. Han pasado muchas cosas en la carrera, pero hay una cosa que no ha cambiado y es que tenemos que trabajar duro para mejorar nuestro rendimiento. La carrera por sí misma ha sido bastante divertida. Estaba feliz cada vez que había una salida desde la parrilla, porque era una oportunidad para nosotros para intentar luchar por posiciones”, ha comentado Leclerc.
El monegasco añade que es difícil pilotar el coche, especialmente con los neumáticos duros. La situación mejoró con las gomas blandas, pero tienen que mantener la motivación para salir de la situación en la que se encuentran.
“Es muy duro en este momento, necesitamos mantener la cabeza alta y estar motivados. Es muy importante tener esto en mente en momentos como estos. Espero que pronto vengan mejores tiempos“, ha apuntado para finalizar.
Vettel, por su parte, añade que la salida no fue lo mejor de la carrera para él, ya que se tocó con Sainz cuando trompeó y tuvo que entrar a boxes para cambiar su alerón delantero. Con el Safety Car en pista pudo entrar a boxes y reincoporarse a la parrilla. Reconoce que le hubiera gustado aprovechar las oportunidades de la carrera, pero no fue posible.
“Me hubiera gustado capitalizar un poco más los errores de otras personas, pero, al menos, tuvimos la suerte de mantenernos alejados de los problemas. Lo positivo es que pudimos terminar en los puntos, pero, por supuesto, no podemos estar contentos con nuestra posición”, ha añadido el alemán.
