Fue durante la primavera pasada cuando Mattia Binotto aseguró que se estaba estudiando un plan para entrar a la IndyCar. Más tarde, Roger Penske confirmó que estas conversaciones existían.
La idea del máximo responsable de Ferrari era mantener a sus trabajadores debido a los cambios de reglamento en la Fórmula 1, concretamente el límite presupuestario. Todo eso conllevará recorte en el personal, por eso los italianos buscaban otras alternativas. Aunque no solo se pensaba en la IndyCar, el Campeonato de Resistencia está sobre la mesa.
“Somos responsables de nuestros empleados y queremos asegurarnos de que cada uno de ellos tenga un trabajo en el futuro”. Esas eran las palabras de Binotto por aquel entonces. Además, Penske estaba dispuesto a tener más fabricantes y ser propulsor de motores era una opción junto a Honda y Chevrolet.
En unas palabras que recoge SpeedWeek.com, Mattia Binotto ya asegura del todo que el proyecto en la categoría americana no se está abordando actualmente. “Después de nuestras discusiones, llegamos a la conclusión de que no ingresaremos en la IndyCar pronto. Eso podría ser posible a medio y largo plazo. Pero hoy queremos concentrar nuestras inversiones en la participación en la Fórmula 1”.
La Scuderia finalizó sexta en el Mundial de Constructores 2020, algo que no sucedía desde 1980, donde fueron décimos. Con la llegada de Carlos Sainz y el ascenso de Charles Leclerc, se busca luchar por los títulos de nuevo en 2022.
Ferrari ya ha estado involucrado en IndyCar. Enzo Ferrari hizo construir el IndyCar Ferrari 637 en los años 80. Bobby Rahal viajó a Maranello con un motor Cosworth 85C. El monoplaza llegó a presentarse, pero no se usó en carreras. En 1986 se desarrolló el Ferrari – Indy 034 y recibió el nombre de Alfa Romeo, que participó en carreras de la CART entre 1989 y 1991, aunque tuvo poco éxito.
En 1991 Danny Sullivan fue cuarto en la apertura del campeonato en Surfers Paradise (Australia) y finalmente undécimo en la general.
