La primera oportunidad de Red Bull para batir a Mercedes se escapó en el Gran Premio de Baréin. Max Verstappen sufrió leves problemas desde el inicio de la carrera, pero que le acabaron lastrando.
El holandés se quejó de falta de velocidad en algunas curvas y tampoco pudo realizar un segundo ataque a Lewis Hamilton cuando la FIA decidió que tenía que devolverle la posición por haberle adelantado pro el exterior de la curva cuatro. Sus problemas venían del diferencial. Helmut Marko explicó la perdida que sufrieron. “Lo que fue más grave al principio de la carrera fue que hubo problemas en la zona del diferencial”, decía en una entrevista para Formula1.de.
“En el sector 1 perdíamos drásticamente hasta tres décimas por vuelta. Lo mismo ocurría con Pérez, por cierto. No solo había menos agarre, sino que las ruedas traseras derrapaban y los neumáticos se calentaban”. Por esta razón, Max no pudo aumentar su ritmo y evitar el adelantamiento de Mercedes en la parada.
“Durante esta fase, no conseguimos abrir el hueco que hubiéramos necesitado para evitar un undercut. Por el contrario, cedimos de 2,5 a 1,7 segundos. Esa fue la fase decisiva del primer relevo, en la que nos vimos claramente perjudicados”. Después llegaron los problemas desde el propulsor. “Y luego tuvimos otro problema, dado que tuvimos que reducir la potencia del motor por problemas de temperatura. Pero, aun así, Max se las arregló para recuperar el tiempo perdido”, concluía Marko.
Para ello, Red Bull ya trabaja para llevar a Imola diferentes mejoras y batir a Mercedes de una vez por todas. Paul Monaghan confirmó la noticia asegurando que ya conocen “algunas áreas” que deben mejorar del RB16B, mientras que decía que quieren un coche que no de contratiempos.
