Tras el cuarto puesto logrado en la cita de Estiria, Belén García llegaba con mucha ilusión para conseguir el podio. El fin de semana se complicó desde el inicio y se ha tenido que conformar con una novena plaza.
La catalana ha contado tras la segunda carrera de la temporada que ya fallaba algo desde los entrenamientos libres. “Desde el primer momento, he tenido una vibración en la rueda delantera izquierda que no hemos conseguido solucionar en los dos días. En la carrera ha ido a peor, porque daba la sensación de que la rueda estaba floja y he tenido algún susto importante”.
La W Series, a pesar de mantenerse en el Red Bull Ring, cambió los reglajes para Austria. “Por otro lado, por los reglajes que nos impuso aquí la organización, subimos cuatro milímetros la altura delantera. Eso cambió totalmente el comportamiento de mi monoplaza y me ha sido muy difícil obtener el mismo rendimiento de la semana pasada. He tenido muchísimo subviraje”, comentaba Belén al respecto.
Curiosamente, ninguna piloto de las que lucharon por la victoria en la primera cita estuvieron en esta por las primeras posiciones. Los nuevos ajustes hicieron que las posiciones se intercambiaran. Ya se demostró en clasificación, donde Belén marcó un 1:29.348 que le hizo salir décima. Lejos de ese tiempo con el que consiguió estar en el TOP3.
Ya en carrera, Belén se encontró con el coche de Beitske Visser parado, lo esquivó, perdió varias posiciones, aunque pudo recuperarlas fácilmente. Durante la carrera pudo materializar un adelantamiento sobre Fabienne Wohlwend, pero no pudo hacer lo mismo con Alice Powell, por lo tanto, dos puntos más en su casillero.
A pesar de todo y los problemas comentados, Belén no tira la toalla. “Pese al problema con la dirección, creo que he salvado muy bien la situación. He tenido buen ritmo y me he sentido fuerte, aunque no haya salido bien esta carrera. Estoy segura de que cuando solucionemos esto, estaré arriba otra vez. Estoy contenta con mi actuación y todo lo que he aprendido este fin de semana”.
