El equipo Aston Martin ha tenido un inicio de campaña para olvidar. La escudería británica no dio muchas esperanzas desde los test de pretemporada, y una vez comenzaron las pruebas de fuego, se confirmaron las malas sensaciones. Además, el AMR22 es uno de los monoplazas que más está sufriendo el famoso porpoising. Algo que les está costando alrededor de 0,75 segundos en cada vuelta.
La mala suerte de Aston Martin empezó incluso antes de comenzar los entrenamientos libres, cuando el equipo comunicaba que Sebastian Vettel había resultado positivo por coronavirus, lo que precipitó la llamada de última hora al piloto reserva, Nico Hülkenberg, quien será el sustituto del tetracampeón hasta que dé negativo. En la sesión de clasificación del sábado, ya se veía que el AMR22 no es para nada un coche competitivo y que incluso ha empeorado respecto al año pasado. Ni Stroll ni Hülkenberg fueron capaces de lograr el pase a la Q2, siendo 19º y 17º respectivamente. Un resultado nefasto de cara al domingo, ya que les complicó enormemente entrar en la lucha por los puntos.
Desde Aston Martin, han analizado el bajo rendimiento de sus coches y llegan a la conclusión de que el efecto rebote que llevamos viendo desde los test en esta nueva generación de coches es una de las principales causas. “Yo diría que todavía estamos lejos de resolverlo de la manera en que nos gustaría”, comentaba Andrew Green, director técnico de los de Silverstone, en Motorsport.com.
“Tuvimos que hacer algunos compromisos con el coche y la configuración para poder correr sin sufrirlo. También probamos algunas cosas en los test y en los entrenamientos libres, y estamos haciendo un buen progreso”, añadía. “Actualmente, desde donde estamos ahora, diría que probablemente estamos perdiendo más de medio segundo y quizás más cerca de tres cuartos de segundo. Algo así”, reconocía el de Aston Martin.
En la escudería británica, al igual que en el resto de equipos, son conscientes de que para resolver el problema del porpoising deben enfocarse en el apartado mecánico y aerodinámico. “Es un poco de ambas, necesitas que las dos vayan juntas”, apuntaba Green. “Es un fenómeno aerodinámico. Sabemos de dónde viene y qué hacer Requiere un cambio bastante complicado para resolver el problema, así que por eso lleva un poco de tiempo”.
“Podemos poner parches y deshacernos de partes, pero para hacer todo correctamente, se requiere un poco de reelaboración en la aerodinámica”, explicaba. En Aston Martin saben que en este comienzo de temporada van a sufrir mucho, pero confían en poder ir remontando posiciones a lo largo del año.
“Todavía creo que pasarán varias carreras antes de que terminemos con una solución que nos brinde el rendimiento y la estabilidad aerodinámica que necesitamos”, decía. “Es un acto de equilibrio. Podemos reducir el rendimiento del coche, deshacernos del porpoising, pero eso no es bueno. Así que tenemos que intentar conseguir ambas cosas, y ahí es donde estamos tratando de apuntar para la próxima carrera”.
“Vamos a dar pasos para el próximo Gran Premio, pero creo que van a pasar algunas carreras antes de que realmente lo superemos y obtengamos algo que realmente esté funcionando”, remataba Green. Tras hacer un cero en Baréin, poco probable parece que Aston Martin haya mejorado para Arabia Saudí, en el cual esperan poder contar ya con Sebastian Vettel.
