Marcus Ericsson y Patricio O’Ward se tocaron en la parte final de las 500 Millas de Indianápolis. El mexicano acabó en el muro y avisa, “la próxima vez lo llevaré conmigo”.
El calentón ha podido con el piloto de Arrow McLaren. Era uno de los grandes candidatos para ganar las 500 Millas de Indianápolis, de hecho, fue el que más vueltas lideró y en esa posición estaba a falta de ocho vueltas. Un momento en el que se reinició la carrera tras una bandera roja.
En su lucha con Ericsson, O’Ward asegura que el sueco no le dejó espacio en la tercera curva. Tocó primero la hierba y luego una de las ruedas traseras de su rival. “Creo que fui demasiado amable. Me siento muy mal por el equipo, teníamos coches de carreras muy rápidos”, comentaba el piloto de McLaren para NBC Peacock.
La temporada pasada, estos dos pilotos también se vieron las caras en Indianápolis y la victoria fue para Ericsson. O’Ward no olvidará esta acción y suelta una amenaza en toda regla. “Me aseguraré de llevarlo conmigo la próxima vez. Me metí por abajo para dejarle espacio y me apretó, y sí, no lo olvidaré”.
Otro de los coches que McLaren perdió durante la carrera fue Félix Rosenqvist, que al ser adelantado por Josef Newgarden se fue al carril exterior y perdió agarre. “Me adelantaron y me puse en el lado equivocado de la estela. Recibí un gran empujón, pero la parte trasera se fue. Intenté controlarlo, pero creo que algo se rompió y volví a la pista. Habíamos tenido una carrera increíble”, dice un piloto que optó a la Pole.
