El piloto barcelonés quedó gratamente impresionado tras su primer envite en Le Mans, conduciendo el Aston Martin #98 del equipo Northwest.
Para Alex Riberas las carreras de resistencia no son una novedad, ya que tiene una amplia experiencia que ha cosechado en la IMSA. A pesar de eso, es prácticamente un novato en el WEC, ya que tan solo ha disputado en este campeonato la pasada cita de Spa-Francorchamps.
Esta será su primera participación en Le Mans, al igual que para sus compañeros, Ian James y Daniel Mancinelli. “Esto es alucinante. Sabía que el circuito era espectacular, que pilotar aquí era lo más… pero ha superado mis expectativas. Estar aquí siempre es un privilegio, es una carrera histórica y esta edición, ya que es el centenario”, dijo Ribera en unas declaraciones recogidas por el medio SoyMotor.com.
En clasificación, Riberas se vio perjudicado por las banderas rojas. En su último intento venía para colocarse en cabeza, pero una bandera roja cuando se acercaba a la última chicane truncó sus aspiraciones de entrar en la Hyperpole. Para la carrera, Riberas se mostraba positivo, afirmando que “las sensaciones al volante son buenísimas“.
También se mostró preparado para luchar por una hipotética victoria. “Hay una gran igualdad, muchos coches que pueden aspirar a la victoria. Esto también sucede en IMSA, pero aquí es especial. Diría que puede pasar todo, pero el equipo tiene mucha experiencia y la verdad es que pinta bien. Será la estrategia y un poco de suerte lo que decidan, pero las normas de safety car jugarán un papel clave. Hay que intentar maximizarlo todo, aprovechar la menor oportunidad y darlo todo”, dijo el barcelonés.
Ahora mismo, tras algo más de tres horas de carrera, el Aston Martin #98 se coloca en 13ª posición, tras haber tenido un percance al soltarse uno de los pines que sujetan el capó. Más adelante en la carrera, los coches de seguridad jugaron a su favor y alcanzó posiciones entre los diez primeros, que podría ser un gran resultado de terminar así.
