El Gran Premio de Hungría no ha sido una excepción. Max Verstappen y el equipo Red Bull han vuelto a hacerse con la victoria en el Hungaroring.
Con la victoria del neerlandés, el equipo austriaco ha conseguido batir el récord de McLaren en 1988 de once victorias consecutivas. Ahora, la nueva marca están en doce, pero podría aumentar en las siguientes semanas. Además, volvió a ser un fin de semana gris para los españoles. Ni Carlos Sainz ni Fernando Alonso, octavo y noveno respectivamente, han logrado un resultado brillante. En la otra cara de la moneda está McLaren, que han confirmado que sus mejoras son reales, y el coche papaya de Lando Norris ha logrado subir al podio por segunda vez consecutiva.
La estrella: Max Verstappen
Max Verstappen está que no para. El neerlandés ha sumado su novena victoria consecutiva en el Hungaroring para batir el récord y conseguir la duodécima victoria consecutiva para el equipo Red Bull, que ha sabido resolver el pequeño desliz que tuvieron el sábado, cuándo Lewis Hamilton les arrebató la pole por tres milésimas. Un mismo Lewis que no tuvo su mejor salida, ya que en la primera curva Verstappen y los McLaren ya le habían arrebatado la posición.
A partir de ahí, ha sido todo coser y cantar para Verstappen, que ha vuelto a dominar con soltura durante toda la carrera sin dejar rastro a un Norris y a un Sergio Pérez que, remontando, ha logrado cerrar y subirse al último escalón del podio.
Un Verstappen y un equipo Red Bull que se espera que vuelvan a dominar en el siguiente Gran Premio de Bélgica. Max buscará seguir sumando los 25 y, si el resto se lo permite, 26 puntos en Spa ante un Checo Pérez que, cada fin de semana que pasa, se queda más atrás en el campeonato.
El estrellado: Aston Martin
Las ilusiones y las esperanzas en el equipo Aston Martin volvían a florecer tras dos fines de semana muy malos para los de Lawrence Stroll. El circuito de Hungría lo tenían fijado en el calendario desde Austria, para volver a estar arriba y pelear por el podio. De hecho, el propio Alonso se mostraba muy optimista con este fin de semana en Hungría, ya que deducía que su AMR23 podría ir rápido, pero no ha sido así.
Han sido dos carreras en las que parecen que el equipo Aston Martin y el equipo McLaren se han intercambiado. Alonso y Stroll, noveno y décimo respectivamente, no han tenido un ritmo bueno en todo el fin de semana. Aunque el sábado Alonso saliera satisfecho, quedando a tan solo cuatro décimas de la pole.
Mientras todos los demás traen mejoras, parece que en Aston Martin están un poco atascados con las novedades en su coche. Unas novedades que veremos si llegan después del verano, ya que en Bélgica aguarda un Gran Premio igual o peor para el equipo inglés.
El duro: Alpine
Sin duda el fin de semana del equipo Alpine es para tirarlo a la basura. Para empezar, en clasificación ninguno de los dos coches llegó a Q3, con un Pierre Gasly en decimoquinto lugar, y un Esteban Ocon, duodécimo. Pero lo peor estaba aún por llegar.
Si algo tiene destacable este circuito del Hungaroring es la salida, con una primera curva muy ancha y lenta. Si eso le sumamos que hay una distancia considerable para que los pilotos puedan coger el rebufo, salirse de la aspiración y atacar, el espectáculo está servido. Pero esto también tiene una parte mala. Y es que al llegar a tanta velocidad a una curva lenta y ancha, el riesgo de hacer un ‘strike’ se multiplica, y esto es lo que les ha sucedido a los dos Alpine.
Hace un par de años fue Bottas, este año le ha tocado a Zhou, que, llegando a la primera curva, bloqueaba y se llevaba por delante a Ricciardo, quien, al mismo tiempo, no pudo evitar el toco con los dos pilotos de la escudería francesa. Mientras que Ricciardo y Zhou han podido continuar, los dos Alpìne se han llevado la peor parte y en la vuelta tres. Ambos coches estaban fuera de la carrera. Sin duda, un fin de semana para olvidar del equipo francés.
La sorpresa: McLaren
La mejora de McLaren es real. Los de papaya han venido para quedarse en esta lucha por ser el segundo equipo de la parrilla y no fue una excepción en Silverstone, como algunos pensaban. Norris volvió a rozar la pole, pero esta vez la segunda línea era toda naranja. Piastri logró sacarse de la manga un vueltón y colocó su McLaren en cuarta posición.
La salida del australiano fue asombrosa. En apenas unos metros logró pasar a la segunda por detrás de Verstappen. Un Piastri que aguantó en posiciones de podio hasta la segunda mitad de carrera, tras el undercut de Norris. El ritmo de carrera de su MCL60 disminuyó considerablemente y acabó la carrera quinto.
Norris también hizo una buena salida, y tras el undercut a Piastri, logró aguantarle el ritmo a un Checo Pérez que venía desde atrás remontando. Así, Norris ha firmado el segundo podio consecutivo de McLaren. Al igual que en Silverstone, lograron ser los segundos coches en cabeza.
El espectáculo: Checo Pérez
Este fin de semana era crucial para el futuro de Checo Pérez en el Gran Circo de la Fórmula 1. El mexicano sabía que estaba en el punto de mira, presionado por un Helmut Marko que ha puesto ya para el resto de temporada a Daniel Ricciardo al volante del AlphaTauri. Pero las cosas no empezaron bien para Pérez, ya que un accidente nada más salir en los FP1 y una clasificación en la que terminaría noveno, no parecían ser un muy buen presagio para este fin de semana. Pero ha acabado siendo todo lo contrario.
El mexicano aprovechó el ritmo de su Red Bull y le puso picante a la carrera, con unos adelantamientos que mostraron que tiene nivel para Red Bull. Una remontada que hacía que Pérez se subiera al último escalón del podio, presionando a Norris hasta el final en un circuito dónde adelantar, no es tarea fácil.
