Toyota se coronó por segunda vez consecutiva en la clase Hypercar este 2023, a pesar de que perdieron las 24 Horas de Le Mans con Ferrari y con algún truco que otro por parte del Balance of Performance. Pero eso es pasado y Sébastien Buemi avisa de que 2024 será “muy duro”.
La marca nipona no tuvo competencia en el primer año de la normativa, con un Alpine modificado, más un segundo LMH por parte de Glickenhaus más un debut bastante gris de Peugeot. Igualmente, no lo tuvieron fácil, ya que Alpine los ganó en dos ocasiones. A pesar de ello, Brendon Hartley, Ryo Hirakawa y Buemi se llevaron el Mundial con 149 puntos.
Esta temporada, el mismo trío ha ganado el Mundial con 172 puntos, con dos victorias y cuatro podios. Ferrari, con su 499P, ganó en Le Mans y Toyota no se fía de nadie de cara al próximo año. La propia marca italiana junto a la llegada de BMW, Lamborghini, Alpine, Isotta Fraschini, Cadillac, más las mejoras que pueden tener Ferrari, Porsche, Peugeot o los equipos cliente, que también dieron sorpresas en 2023.
“La lucha contra el #7 fue muy dura, pero este año la competencia estuvo muy reñida porque también estaban Ferrari, Peugeot, Cadillac y Porsche. Incluso si ganamos menos carreras que nuestro coche hermano, la consistencia marcó la diferencia, sumamos puntos en cada carrera y esto nos llevó al Campeonato del Mundo”, comentaba Buemi sobre lo que ha sido el 2023.
Entonces, el suizo advirtió lo que puede venir el próximo año. “El año que viene los rivales serán aún más fuertes, especialmente Ferrari y Porsche, por lo que deberíamos hacer todo lo posible para ser más competitivos también. Sin duda, habrá un Balance of Performance s para regular el rendimiento y equilibrar todo, pero Ferrari tendrá tres coches y así será duro”, dijo en la Gala de entrega de Premios de la FIA.
