Tras convertirse en Campeón del Mundo de Rally-Raid con Toyota, Nasser Al-Attiyah decidió cambiar a Prodrive para disputar el Dakar 2024 y defender la corona, pero se quedó sin opciones al terminar la Etapa de 48 Horas y no ha dudado en apuntar los puntos débiles del coche.
El catarí consiguió terminar tercero en la séptima Especial, pero con dos pinchazos al poco de empezar una jornada que era larga, con 483 kilómetros cronometrados. En el segundo de ellos, Al-Attiyah y Matthieu Baumel tuvieron un pequeño despiste que provocó otra rotura. “Tuvimos dos pinchazos y, después del segundo, el coche volvió a ser inestable. Entonces nos dimos cuenta de que se había roto un brazo de suspensión trasero. Es un punto débil de este coche que tendremos que mejorar”, decía al llegar a la meta.
La nueva misión de Al-Attiyah es ayudar a Sébastien Loeb en caso de que el francés tenga algún problema. En la octava Especial, la diferencia entre ellos en la salida era de seis minutos, por lo que tarde o temprano irían rodando juntos. “A pesar de todo, hemos terminado entre los tres primeros, lo que es un buen resultado”.
Loeb espera no recibir la ayuda de Al-Attiyah en estos cinco días que quedan de carrera. Simplemente porque de recibirla, significará que están en graves problemas. Ahora mismo, el francés tiene una desventaja de 19 minutos con Carlos Sainz, piloto de Audi, pero es que al enfrentar la segunda semana era de más de media hora.
El nueve veces Campeón del Mundo de Rallies irá a por todas en busca de su primer Touareg y quizás eso le juegue una mala pasada. En cambio, Sainz busca el cuarto con una cuarta marca diferente y con Audi será distinto porque entraría en los libros de historia al ganar con un coche híbrido.
