Honda evaluó superficialmente el motor de Max Verstappen tras su accidente en Copse, pero tuvo que mandarlo a Japón para una investigación más profunda. Los nipones han conseguido salvar el mismo y será probado en los primeros libres del GP de Hungría.
Sorprende que Honda haya salvado el motor al ver como quedó el RB16B con el que Verstappen tomó la salida del GP de Gran Bretaña. En el impacto se registraron las 51G. “La PU fue enviada de regreso a Sakura para que la revisaran minuciosamente”, dijo un comunicado de Honda según dice la página oficial de la Fórmula 1. “También reemplazamos ciertas partes, como lo permite el reglamento, sin romper los sellos de la FIA”.
“Utilizaremos el motor este viernes para realizar una prueba en pista adecuada, después de lo cual deberíamos tener una idea más clara de su viabilidad como motor de carreras”, confirmaban los japoneses. Si la unidad de potencia se salva sería un alivio para Red Bull, ya que la reparación les saldrá por 1.8 millones de dólares. Todo lo que sea evitar penalizaciones de parrilla en futuro, será ideal.
Helmut Marko, el principal asesor de Red Bull, también mostró su tranquilidad al ver que al menos pueden probar ese motor. “Gracias a Dios, el motor puede volver a utilizarse. Si no hay más dificultades o problemas técnicos, podremos terminar la temporada con los tres motores permitidos. Entonces Max no incurrirá en una penalización en la parrilla en las carreras que quedan”, dijo para RTL en Alemania.
Por esto lado será un fin de semana importante para Red Bull, pero tendrán otro frente abierto. Han pedido una revisión de la sanción a Lewis Hamilton y tendrán una videoconferencia con la FIA con nuevas evidencias, según han adelantado.
