Los pilotos estuvieron reunidos más de cuatro horas debatiendo sobre si continuar o no en Yeda después de que un misil cayera en la sede de ARAMCO.
En un momento dado de la reunión, los jefes de equipo volvieron a aparecer y en pocos minutos todo el mundo se dispersó. George Russell, como cabeza visible de la GPDA, fue junto a Andreas Seidl a dirección de carrera para comunicarles que continuaban corriendo después de recibir informes por parte de las autoridades locales.
Los pilotos, en un principio, acordaron no seguir en el país, pero algo ocurrió. Toto Wolff desveló después de la carrera que no ejercieron ningún tipo de presión sobre ellos. “No hubo ninguna torcedura de brazo de nuestro lado, hubo buenas discusiones. Cuando los directores de los equipos hablaron con los pilotos, creo que lo que hablamos fue sensato y nada con presión, pero tal vez eso se percibió de una manera diferente”, comentaba el jefe de Mercedes a Motorsport.com.
Toto es de los que opina que, yendo a un país como este hará que cambien muchas cosas. “¿Están dónde queremos que estén? No. Al venir aquí, ¿podemos llamar la atención sobre este lugar, compitiendo aquí en la Fórmula 1, haciendo visibles esos temas y, por lo tanto, convirtiéndolo en un lugar mejor? Sigo pensando que sí”.
Wolff se mostró satisfecho por el espectáculo que mostró el deporte durante el fin de semana, aunque su equipo no estuviera a la altura de las circunstancias. A pesar de todo, pilotos e incluso algunos jefes de equipo, piden revisar la presencia en el calendario del Gran Premio de Arabia Saudí para un futuro.
Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, aseguró que el deporte no es ciego a la preocupación de sus miembros sobre continuar compitiendo en Yeda, pero siente que están “jugando un papel muy importante en la modernización del país”.
