Max Verstappen ha conseguido su segunda Pole de la temporada en Australia y ha quedado muy contento con su última vuelta de Q3. El vigente campeón del mundo no está preocupado por la fiabilidad y cree que tendrán una gran oportunidad para ganar la carrera mañana, con un coche bien preparado para ir bien en tandas largas.
Verstappen ha esperado a la Q3 para dar el golpe de gracia a sus rivales. El holandés ha metido dos décimas y media a George Russell para conseguir la Pole. No ha sido una clasificación fácil para él, pero en el momento más importante ha extraído el máximo potencial de su coche. De cara a mañana, no teme por la fiabilidad.
“Esa última vuelta ha sido muy buena, aunque hemos tenido algún problema para poner los neumáticos en la ventana correcta. Ha ido todo bien en la Q3 y estoy muy contento con la Pole, ya tengo ganas de ver lo que pasa mañana en la carrera. No creo que tengamos problemas de fiabilidad, intentamos siempre afinar todo y seguiremos haciéndolo”, ha comentado Verstappen.
Verstappen está feliz con el coche con el que podrá correr mañana. Eso sí, sabe que no será fácil gestionar los neumáticos para hacer una única parada. El holandés adelanta un domingo interesante y ya estuvo en el podio en Australia una vez. Eso sí, fue en 2019 y quedó tercero, por lo que ahora el objetivo será llegar a lo más alto y ganar en un circuito en el que todavía no lo ha hecho.
“Casi me llevo a un pájaro por delante, pero son cosas que a veces pasan en estos circuitos urbanos. Para mañana tenemos un buen coche de carrera, pero será complicado mantener estos neumáticos con vida, va a ser un domingo interesante. Ya he estado en el podio una vez aquí, pero quiero estar en un escalón distinto este año”, ha finalizado.
